Sí, como su ciclo de vida es corto, requieren un buen drenaje para evitar el encharcamiento, una pauta de riego constante (especialmente las de verano) y fertilización regular para promover una floración abundante y continua. Además, una vez que las hojas y flores se marchitan por completo al finalizar su estación, se deben retirar y, si se desea seguir teniendo flores, estas deberán ser sustituidas por las plantas de la temporada siguiente.